La toxicología es el estudio de la manera en que los venenos naturales o los fabricados por el hombre producen efectos nocivos en los organismos vivos.
Los efectos nocivos o perjudiciales son aquellos que atentan contra la supervivencia o la función normal del individuo.
La palabra “toxicidad” describe el grado en el cual una sustancia es venenosa o puede causar una lesión. La toxicidad depende de diferentes factores: dosis, duración y ruta de exposición (ver el módulo dos), forma y estructura de la sustancia química misma y factores humanos individuales.
Este término se relaciona con los efectos venenosos o mortales causados en el cuerpo por la inhalación (respirar), la ingestión (comer) o la absorción o el contacto directo con una sustancia química.
Una sustancia tóxica es toda sustancia química que puede lesionar o matar a una persona, un animal o una planta; es un veneno. Se utiliza el término “tóxico” toda vez que se hace referencia a sustancias tóxicas que son producidas por las actividades humanas o son derivadas de éstas. Por ejemplo, la dioxina (2,3-7,8-tetraclorodibenceno-p-dioxina) {TCDD}), producida como derivado de ciertas sustancias químicas cloradas, es un tóxico. Por otra parte, el arsénico, un metal tóxico, se presenta como un contaminante natural de las aguas subterráneas o contamina las aguas subterráneas como un resultado de las actividades industriales. En el segundo caso, estas sustancias tóxicas se conocen como tóxicos, en lugar de toxinas.